Se puede decir que siempre hay dos tipos de Ethereum: el que funciona hoy y el que los desarrolladores esperan implementar algún día cuando terminen de trabajar en su hoja de ruta.

Así pues, aunque el proyecto Ethereum ha conseguido muchos logros desde su lanzamiento en 2015, es importante recordar que no se han implementado todas las funciones previstas.

Cadena de bloques Ethereum
En la actualidad, la blockchain de Ethereum utiliza la minería proof-of-work. En este modo, los ordenadores queman energía para resolver problemas y crear bloques.

Los desarrolladores escriben programas (contratos inteligentes) en los lenguajes de programación Solidity o Vyper y luego despliegan este código en la blockchain de Ethereum.

Todos los nodos (ordenadores que ejecutan el software) tienen una copia actualizada de la máquina virtual de Ethereum (EVM), un compilador que emite contratos inteligentes escritos en Solidity y Vyper y modifica la blockchain con transacciones en consecuencia.

En 2016, un grupo de usuarios de Ethereum rechazó la actualización de código propuesta y decidió seguir trabajando con la versión antigua. Como resultado, se creó una nueva criptomoneda llamada Ethereum Classic.

Prueba de propiedad
Con la transición a Ethereum 2.0, el proyecto Ethereum planea cambiar su algoritmo básico de trabajo, pasando al concepto de Prueba de Estaca (PoS).

Con el nuevo modelo, cualquier usuario que tenga al menos 32 ETH puede bloquear estos fondos en un contrato para ser recompensado por realizar los cálculos necesarios para añadir nuevos bloques a la blockchain.

Puede obtener más información sobre esta transición en el informe de analistas de Kraken para 2020.

«¿Cuál es el valor de ETH?»
La principal criptomoneda que impulsa Ethereum se llama éter: se emite con la creación de cada bloque y se distribuye entre los mineros.

Cabe señalar que no hay límite a la cantidad de éter que se puede crear en Ethereum. Por el contrario, la cantidad de éter en circulación debería aumentar según el algoritmo en torno a un 4,5% anual, con 2 ETH minados en cada bloque.

Esta recompensa se ha reducido dos veces en la historia de la red y se fijó inicialmente en 5 ETH.

Los cambios en la política monetaria suelen ser propuestos por los promotores. Los nodos y los mineros que ejecutan el software pueden aceptar las actualizaciones para aplicar estos cambios o rechazarlas.

Los mineros también ganan ETH en forma de comisiones por los cálculos realizados por la red. La recompensa no se paga en ETH, sino en el llamado «gas», una unidad de cálculo especial.

Cuanto más complejo sea el cálculo, más gas necesitará una aplicación concreta.

Esto significa que cualquier aplicación o protocolo que se ejecute en la plataforma Ethereum debe comprar y gastar ether constantemente, creando una demanda constante de este activo.

¿Por qué Ethereum?
Mientras que muchos criptoproyectos fracasan a la hora de encontrar su propio caso de uso, la característica única de Ethereum es que ya cuenta con varias etapas bien definidas de fuerte demanda.

Cadenas de bloques privadas
Entre los primeros en fijarse en Ethereum estuvieron grandes bancos e instituciones, que aprovecharon el código abierto de la plataforma para poner en marcha proyectos piloto e iniciativas de investigación en 2015 y 2016.

Los que no copiaron el código de Ethereum se inspiraron a menudo en el concepto: son, entre otros, Hyperledger de la Fundación Linux y Corda de R3 – proyectos que copiaron parte de la arquitectura pero decidieron no crear su propia criptomoneda.

Los grandes bancos y corporaciones acabaron dando a Ethereum un apoyo más directo con la creación de la Enterprise Ethereum Alliance, una organización sin ánimo de lucro que en 2017 pretendía fusionar muchas blockchains de banca privada con la blockchain principal de Ethereum.